Transmisor de señales tipo A1.
Las primeras comunicaciones que pudieron llevarse a cabo consistieron en la excitación del éter con vibraciones electromagnéticas de onda portadora. Estas ondas portadoras que se interrumpían con arreglo a una secuencia determinada y gobernada por la voluntad humana, de acuerdo con los puntos y rayas del alfabeto Morse (espacios de emisión cortos y largos separados por espacios de silencio controlado en el tiempo), hicieron posible la comunicación a grandes distancias.
Así nacía la radiotelegrafía y, hoy en día aún se sigue usando en navegación marítima, aérea y geográfica. Cada espacio de emisión, corto o largo, estaba constituido por un tren de oscilaciones de radiofrecuencia, que a su vez eran recibidas y disfrazadas a distancia con el correspondiente dispositivo receptor.
Este tipo de transmisión de señales corresponde a las señales A1 que, junto a un manipulador telegráfico entrecorta el tren de pulsos de ondas de radiofrecuencia según el modelo Morse. Este transmisor también se llama Transmisor de onda continua.
Así que cuando se quería representar mediante código Morse la letra A, se interrumpía el flujo del tren de oscilación en una secuencia de código por la cual se producía una emisión de duración corta, dot o punto, un silencio de la misma duración que el dot, y una emisión de tres veces la duración del punto que equivalía a una raya o dash.
Un transmisor A1 básico tiene la siguiente configuración en bloques:
Un oscilador que produzca la señal de transmisión, un amplificador clase C que amplifique la señal a valores de tensión irradiable y una fuente de alimentación que alimente los dos sistemas. Además debe de disponer de un sistema con el que pueda detener la transmisión de pulsos y continuar con ellos, tal como un pulsador, por ejemplo.
Cómo funciona un transmisor A1
.Una emisora eléctrica, sea cual sea su clase, comprende siempre una serie de secciones o bloques agrupados convenientemente para que cada uno de ellos cumpla una misión específica y aporte su resultado al conjunto que constituye la emisora. La finalidad principal de una emisora es producir oscilaciones electromagnéticas de alta frecuencia.
Por lo tanto, en una primera aproximación, necesitamos que la frecuencia de la señal sea lo más estable posible frente a variaciones de frecuencia. Eso lo conseguimos con un oscilador a cristal y que inicialmente la potencia de salida del oscilador sea baja (aunque perfectamente podría conectarse el oscilador a la antena y produciría una salida de la señal al éter).
En una segunda aproximación, nuestro transmisor, una vez que la frecuencia de salida sea estable, necesitaremos proporcionar potencia a la señal, para que la transmisión de la misma sea efectiva. Eso se consigue con el amplificador que trabaja en clase C.
En una tercera aproximación además, necesitarás de una sección moduladora que se encargue de producir las interrupciones del tren de pulsos según una codificación Morse. Eso se consigue con un pulsador, por ejemplo.
En este tipo de emisoras, no se suelen modular señales en una portadora, ya que la sección moduladora suele estar realimentada negativamente de la salida del oscilador, lo que provoca el silencio de la señal (cuando se pulsa el interruptor). Además que la señal de la moduladora es de una frecuencia lo suficientemente alta como para no necesitar una señal modulada.
Funciomiento del transmisor señales A1
El siguiente circuito te muestra un transmisor completo A1. Es un transmisor con tres transistores en donde el primero de ellos forma parte del oscilador Colpitts a cristal. Este oscilador suministra buena estabilidad al sistema.
El circuito oscilante del primer transistor Q1 (L-C2-C1), sirve de carga para el transistor y resuena a la frecuencia de resonancia de trabajo del cristal. Además L es el primario del transformador de radiofrecuencia cuyo secundario de pocas vueltas (representado desplazado verticalmente), aplica la señal correspondiente a la frecuencia de la portadora, a Q2, en un montaje de base común que sirve de amplificación.
La carga de Q2 es otro circuito sintonizado cuyo transformador de RF excita el transistor Q3 que es de potencia.
Como puedes ver en el circuito, la carga de Q3 es la antena (cuya salida se aplica por el emisor). Esta salida pasa previamente por un circuito π (C6, C7 y L), que sirve para obtener un máximo acoplamiento y adaptador de impedancias (al tener condensadores variables). Además en esa misma rama hay un choque de RF que servirá para frenar la perdida de señal por el emisor hacia la fuente de tensión.
Este transmisor suministra una potencia de 1W a la antena cuando trabaja con una tensión de 12V. Reduciendo o aumentando la tensión, podrás obtener potencias diferentes llegando hasta los 1,5W con tensiones entre 15V y 18V o 500mW con tensiones inferiores a 9V.
Recuerda que el oscilador necesitará una tensión mínima de 5V para funcionar ya que para tensiones inferiores, dejará de trabajar. Y aunque en la distancia de transmisión entra en juego otros factores, podrás alcanzar una distancia de transmisión con 1W de potencia de aproximadamente entre 500 y 1500 metros.
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